sábado, 12 de septiembre de 2015

¡Día Internacional del Chocolate!

Somos muchos los que adoramos el chocolate, lo vemos como un placer lleno de culpa y pecado. Nos han enseñado que el chocolate es una golosina, una chuchería cuando resulta que está más cerca de ser un complemento alimentario como el yogurt o el cereal. Podemos conseguir muchos tipos de chocolate en el mercado, con leche, con leche de soya, con azúcar, negro sin azúcar, siendo el último el que aporta más beneficios a nuestro cuerpo. Si no toleras el chocolate sin azúcar recuerda que hay opciones con estevia super convenientes para tí. Lo cierto es que tiene muchos beneficios, te los cuento:

No querer envejecer y comer chocolate tienen relación: Gracias a la cantidad de antioxidantes y flavonoides que contiene el cacao, ayuda a prevenir el envejecimiento celular además de evitar la liberación de radicales libres, lo que resulta en una menor probabilidad de padecer de cáncer en general.

Tener un corazón de chocolate: así como lo lees, resulta que consumir chocolate negro regularmente es benéfico para prevenir las enfermedades cardíacas. Puede reducir hasta un 37% la posibilidad de sufrir del corazón.

Arriba el colesterol bueno:  Inhibe la oxidación del colesterol LDL (o colesterol “malo”) por los radicales libres, la manteca de cacao presente en el chocolate contiene ácido oleico, es una grasa monoinsaturada, es decir que el cuerpo puede  quemarla sin riesgo a que se quede en el organismo residualmente sin ser procesada, volviéndose a la larga tejido adiposo o recubriendo las paredes de nuestras arterias. Esta grasa beneficiosa para el cuerpo la encontramos también en el aceite de oliva.

Puede evitar los ACV: Puede reducir hasta en un 20% las posibilidades de sufrir un accidente cerebrovascular gracias a que los flavonoides presentes en el chocolate tienen un efecto antioxidante en la sangre, evitando así la formación de coágulos en las vías circulatorias.

Energía y ánimo optimizados: 
Eso ya lo sabías, pero es que científicamente se ha demostrado que es excelente comerse una barra de chocolate para tener más energía, también estimula nuestro cerebro haciendo que libere endorfinas, sustancias protéica que nuestro cerebro libera cada vez que hacemos algo que nos gusta, estas sustancias aportan calma y felicidad a nivel químico a nuestro cuerpo que se traduce en supresión del estrés y la angustia.

Lo mejor del chocolate es que esta al alcance de todos en todas partes del planeta y en todas las culturas regalar chocolate es algo especial y bien apreciado, aun cuando no se conocían estos hechos científicos. Ahora que la ciencia está empezando a descubrir lo que culturas milenarias como la Maya y la Azteca ya sabían, el futuro para el chocolate en la medicina y en la nutrición es brillante.

Chocolate, gracias por existir.

Insomnio


La mayoría de las personas sabe que el insomnio es la privación del sueño o dormir mal y hasta alli, no sabemos más. Profundizando un poco, el insomnio es un trastorno que afecta nuestra cantidad y calidad de sueño por noche, la persona que lo padece es incapaz de seguir un patrón de sueño regular y saludable diariamente acarreándole consecuencias en su desempeño diario. Pueden darse casos de pacientes con buena calidad del sueño pero con horas de descanso por debajo de las 7 horas necesarias y viceversa, pacientes que duermen las 7 horas necesarias pero su calidad de descanso es poca o nula. 

El insomnio causa problemas en todos los aspectos de la vida de una persona, como pasa con todas las necesidades básicas del ser humano cuando se trastornan. El individuo con insomnio se siente incómodo por el cansancio en el día y a la hora de dormir también se siente mal, ya que sabe que no descansará para recuperarse. Es un círculo vicioso en el que por lo menos hemos caído una vez en la vida. Lo primero para atacar el insomnio es saber qué hábitos cotidianos lo causan.


Causas:

Hábitos errados: 

¿Te acuerdas cuando eras un niñito y te decían "ya son las diez, hora de dormir"? Pues tus padres no se equivocaban. Las personas deberían tener un horario definido para ir a la cama y para levantarse. Normalmente estos horarios se empiezan a romper a edades muy tempranas cuando tenemos mucha tarea y la hacemos de noche a último minuto o cuando queremos ver una película en televisión y la pasan muy tarde, los principales factores que trastornan nuestro horario sueño/vigilia en la adultez son las salidas nocturnas, puestos laborales con rotación horaria y de nuevo... el trabajo atrasado (mira que no aprendemos de niños).

Abuso de bebidas:

Hay gente que para dormir bien se toma una copita de vino tinto, mientras no seas hipertenso eso no está mal, lo que sí esta mal es que abuses del consumo de té negro, de café, de cigarros, bebidas energizantes embotelladas y similares, porque creas un estado de alerta en tu cerebro producto de la sobreexcitación nerviosa, luego no te es fácil relajarte para dormir, o cuando se te pasa el efecto de lo que has tomado al día siguiente no puedes ni levantarte de la cama, sintiendo que tienes que volver a tomar estas bebidas para despertarte.

Asociaciones psicofisiológicas erradas:  están presentes cuando relacionamos actividades y rituales cotidianos al momento de sueño/vigilia. Por ejemplo, si eres una de esas personas que ha convertido tu habitación en tu oficina de trabajo, tienes libros tirados en la cama todo el tiempo y en tu mesa de noche nunca falta un café y un calendario de lo que tienes qué hacer hoy.... vas mal. Estás asociando el lugar de descanso con objetos y actividades que necesitan de tu total vigilia. Cuando duermas dentro de tu cuarto/oficina normalmente será cuando no puedas aguantar más el sueño, no cuando debas dormir.

¿Qué puedo hacer para curarme naturalmente?

Lo primero es entrar en conciencia de tu problema y revisar de forma objetiva si tienes algunos de los malos hábitos que comenté anteriormente, luego de corregirlos, puedes empezar a tomar infusiones que te ayuden a conciliar el sueño, es como una ayuda extra a tu corrección de hábitos. No sirve de nada tomarte las infusiones y no corregir tus hábitos, si haces esto puede que duermas pesado y a la noche siguiente ya no funcione más.



La mágica infusión de lavanda:

Es mi favorita, ya que puedo recetarla a un gran espectro de clientes, si quieres saber más de sus bondades, pincha aquí y te referiré a un articulo que escribí sobre ella.

Valeriana:




Se utiliza el estracto de la raiz de valeriana para tratar muchas cosas, pero más comunmente el insomnio. El tratamiento con esta raiz suele durar de 28 días a tres meses y alguno médicos mandan primero este tratamiento antes de recetar pastillas para dormir, incluso acompañan el tratamiento farmacológico con gotas concentradas de valeriana. Viene en diferentes presentaciones, gotas, cápsulas y el polvo de raiz que se infusiona con agua caliente. En cada presentación varía la concentración del producto.

Manzanilla y Tilo, la pareja perfecta:

Ambas plantas son ampliamente conocidas en la cultura hispana, su combinación ayuda a relajar los músculos y facilita la digestión, pero ¿por qué entonces la recomiendo para el insomnio? Existen muchos causas de insomnio, la más común es el estrés. Cuando nos estresamos tenemos nuestros músculos tensos (aunque no lo notemos) y nuestra digestión se trastorna, cuando el estrés está combinado con ansiedad nada sacia el hambre y cuando tenemos depresión, tristeza o inclusive tenemos la menstruación puede costarnos digerir lo que comemos. Cuando nuestro cuerpo está en estos estados es extremadamente difícil tener un buen sueño. Es por eso que recomiendo esta infusión para este tipo de insomnio

Cuando ya el problema se pasa de castaño oscuro:

Cuando una persona presenta insomnio crónico las causas de este padecimiento son diferentes. Podemos hablar de alteraciones psicológicas cuando están presente factores como la depresión, transtorno de ansiedad, obsesivo-compulsivo. En cualquiera de los casos es importante verse con un especialista y comentarle el problema ya que detrás de estos síntomas psicológicos pudieran haber enfermedades que generen el insomnio, como por ejemplo el hipotiroidismo, esquizofrenia, neurosis, etc.