jueves, 2 de julio de 2015

Amasar y Masajear

¿No les ha sucedido que encuentran estas dos palabras parecidas? Pues  ¡resulta que si están relacionadas! Etimológicamente la palabra masaje es muy antigua, se cree que tiene sus raíces en el griego μᾶζα que se referia a la masa hecha de cebada, esta palabra a su vez pasó al latín como macerare que significa amasar o ablandar, luego por el siglo XIII paso al francés como verbo masser significando amasar o hacer una masa. Si hacemos un pan y preparamos la masa adecuadamente, notaremos que no  podemos evadir "masajearla" hay que formarla de la harina y el agua, luego emulsionarla, oxigenarla, dejarla reposar y por ultimo volver a amasar hasta que quede suave y tersa, sin grumos y sin durezas. De este mismo modo el masaje corporal procura dejar la piel y los músculos debajo de ella sin tensiones, tersa y libre de abultamientos. Esta comparación estuvo presente durante la evolución de la palabra masaje, comparando el hacer pan y amasar con masajear. Las culturas que practicaron en la antiguedad el masaje tenían la concepción de que el hombre era un todo conformado por partes que se relacionaban unas con otras, por eso creían que el masaje era excelente para enfermedades en general, que iban desde los huesos hasta los organos. Hoy en día con el enfoque holístico y las terapias alternativas se han vuelto a poner en vigencia todos estos conocimientos que aquellas culturas aplicaban a su población. Ahora ya sabes que un pan y un delicioso masaje sí tienen relación histórica.

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